En estudios realizados por la UNICEF en América Latina, cada hora se producen 224 abusos, lo que suma dos millones (2’000.000) de niños abusados sexualmente cada año. (Todos contra el abuso infantil, 2015)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia como: “El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”. De acuerdo con esta definición, se puede manifestar tanto en forma física como psicológica y se puede reproducir tanto a nivel individual como colectivo; incluso, se puede constituir por situaciones de omisión deliberada, tal como sucede con la negligencia, la indiferencia o la inobservancia de los derechos. (De cero a siempre, 2013)
El abuso infantil ha sido un conflicto que ha persistido desde los pueblos y civilizaciones de la antigüedad donde utilizaban a los niños para realizar sacrificios y rituales. Sin embargo, no hace tanto tiempo que la sociedad obtuvo control sobre el abuso en los menores de edad.
El maltrato infantil trae unas consecuencias las cuales se pueden ver a corto, mediano y largo plazo, ya que generan estrés y se asocian a trastornos del desarrollo cerebral temprano. Los casos extremos de estrés pueden alterar el desarrollo del sistema nervioso e inmunitario. En consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas conductuales, físicos y mentales, como depresión, obesidad, comportamientos sexuales de alto riesgo, embarazos no deseados, se vuelven adictos a sustancias como alcohol, tabaco o drogas.
El abuso infantil no sólo se refiere a los golpes como muchos creen. Tal como lo define el Código de la Infancia y la Adolescencia, hay otras formas de daño: castigos crueles, humillación y abuso físico o psicológico, así como el descuido de adultos sobre los niños y niñas.
¿Qué causa el maltrato infantil? (ICBF, s.f.)
Actitudes como las de los padres o cuidadores que son demasiado estrictos; el temperamento difícil de los niños y niñas al crecer; el estrés en la familia a causa del desempleo, o el consumo de drogas por parte de algún integrante de la familia, son algunas de las causas del maltrato.
Se pueden manifestar de cuatro formas:
1. Psicológico: Cuando se dicen insultos, groserías, desprecio, burlas y amenazas para hacer sentir mal a los niños.
2. Físico: Golpes de todo tipo: con la mano o con cables, correas, pantuflas, palos, pellizcos, cachetadas, puños y otros.
3. Abandono, negligencia o descuido: Cuando padres o cuidadores no atienden las necesidades básicas de los niños como la alimentación o su aseo, ni tampoco les demuestran cariño.
4. En Gestación: Cuando la mamá en embarazo es maltratada con golpes o malas palabras, o cuando el niño es rechazado por la madre, antes de nacer.
El abuso infantil es un problema ético que está en nuestra sociedad desde hace mucho tiempo, la desmoralización es cada vez grande y la integridad de las personas se ve violentada desde las pequeñas acciones, como dice Adela Cortina, hay un abismo cada vez más grande entre lo que hacemos y lo que decimos; eso es lo que está pasando en nuestra sociedad, se dice que la familia debe proteger a sus miembros, que se debe velar por el bienestar y la integridad de cada uno, y en la acción se están violentando sus derechos.
Dilema Ético: Abuso Infantil
Nuestra sociedad ha vivido con ambivalencia el cuidado de los niños. Por una parte, existe la idea de un control posesivo, la propiedad, que no cuestiona la autoridad de los padres y cuidadores, incluyendo todas sus interacciones en el derecho privado de educar y decidir sobre los hijos, mientras estos no tengan la capacidad de cuidarse por sí mismos. Por otra parte, está la idea de que al considerar al niño un sujeto de derecho, se debe respetar prioritariamente su autonomía, subordinando la relación con los padres al ejercicio de la libertad de los hijos y a la custodia pública.
Existen preguntas con relación a este dilema ético que cuestan responder, una de ellas es ¿por qué los padres maltratan a sus hijos? o ¿por qué las personas que tienen a cargo el cuidado de los menores terminan maltratándolos o abusándolos? Aún más complejo es comprender, por qué muchas de las violencias ocurren en el seno de la familia y cuándo el cuidado y la protección se transforman en agresión y violencia.
Dilema: Una niña de 8 años es abusada por su tío materno, cada que su madre sale, la deja con él, ella se queda en su habitación, porque su tío le dice cosas que bajan su autoestima y además la golpea en sus partes íntimas. La niña quiere decirle a su madre lo que pasa, pero él tío la amenaza diciéndole que si ella habla, le dice a la policía que fue su padre, y como su padre tiene antecedentes, puede ir a la cárcel y ella no quiere estar separada de su padre otra vez. ¿Qué debe hacer la niña? ¿Contarle a su madre y asumir el riesgo de que su padre pueda ser encarcelado de nuevo? ¿Esperar que le crean y que su tío pague por lo que hace?
Referencias:
Cortina, A. (1997). El Mundo de los Valores. Bogotá: Codice LTDA.
De cero a siempre. (2013). Obtenido de http://www.deceroasiempre.gov.co/Prensa/CDocumentacionDocs/Bolet%C3%ADn%20No.%207%20Violencias%20en%20la%20primera%20infancia%20en%20Colombia.pdf
El País.com.co. (19 de Mayo de 2015). El País.com.co. Obtenido de El País.com.co: http://www.elpais.com.co/elpais/colombia/noticias/cifras-maltrato-infantil-son-vergonzosas-y-aterradoras-icbf
ICBF. (s.f.). Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Obtenido de http://www.icbf.gov.co/portal/page/portal/ICBFNinos/MitosYVerdades/Violencia/MaltratoInfantil
Todos contra el abuso infantil. (2015). Todos contra el abuso infantil. Obtenido de Todos contra el abuso infantil: http://todoscontraelabusoinfantil.org
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