jueves, 27 de octubre de 2016

Ética: Organizacional y Sostenibilidad

La ética como parte del carácter del ser humano, debe estar presente en todas las áreas de la vida, en las relaciones, en sus actividades, debe trascender en todo lo que hace y en los espacios donde se mueve. 

A nivel mundial se reconoce la necesidad de implementar o introducir la ética en todo lugar, es decir, que desde las empresas, organizaciones, sectores comerciales, culturales y organizacionales, la ética sea fundamental y trascienda. 

Nuestra sociedad está viciada por conceptos subjetivos de lo que significa la ética, y más aún por conductas que la desvirtúan, de ahí la necesidad fundamental de ser aplicada desde los hogares, los centros de formación, las empresas, la cultura, los espacios públicos y la comunidad en general. Más que un concepto, la ética hace parte del desarrollo del ser humano como persona, miembro de una sociedad y de una especie en el planeta. 

Tener ética es ser responsables en todos los sentidos de nuestra vida y con respecto al entorno. Francesc Torralba1, menciona la importancia de considerar la ética como imprescindible, y no sólo en un entorno individual sino también en las organizaciones. Tener ética es tener cooperación, es saber transferir los talentos y fidelizarlos con interacción y calidad humana. Es totalmente necesario que las organizaciones sean dignas de confianza, que puedan brindar al otro la posibilidad de estar seguro, al ser competentes haciendo las cosas bien, con transparencia presentando lo que hace realmente, con honestidad desarrollando la capacidad de reconocer fortalezas y debilidades, ofreciendo al cliente la proporcionalidad de equilibrio entre el valor y el precio del producto ofrecido y siendo flexibles para adaptarse al entorno y a las necesidades que van surgiendo en el entorno. 

Desde la ética, se pueden desarrollar estrategias de cambio y transformación al planeta, la ayuda mutua, la cooperación, el ahorro, el cuidado al planeta, hacen parte de la responsabilidad social que tenemos como personas miembros de una sociedad. 

La responsabilidad social es una tarea de todos, desde la persona individual hasta las organizaciones, está relacionada con la ética al ser parte de la estructura moral del ser humano y aún más de su carácter, que debe hacer al hombre responsable de sus impactos en el planeta que habita. Estamos en crisis y es una crisis por la escasez de los recursos naturales, que al mismo tiempo está haciendo enemigo al ser humano del ser humano, François Vallaeys2

Estamos habitando un planeta que es insostenible por el impacto que le hemos dado, nuestro exceso de consumo nos ha llevado a deterior nuestro hogar, parecemos programados a buscar el mejor desarrollo, la mejor vida, la excelencia y vivir en un mundo deteriorado e insostenible. 

Será imposible para la nueva generación hacer algo bueno en un ambiente deteriorado, no les estamos dejando un lugar habitable y menos una sociedad con valores y principios, no sólo estamos acabando con un lugar físico que nos provee más que suficiente para vivir, sino que estamos desvirtuando el verdadero sentido de vivir con integridad, con pureza y transparencia, no siendo amadores del prójimo como de nosotros mimos y de no cuidar el planeta en que vivimos. 

La responsabilidad social no es una acción individual que pretenda cambiar al mundo, no es un acto que un “algún” realice, debe ser en multitud, de toda una población, de asociaciones para operar cambios sistémicos, así como lo expresa Vallaeys, para dejar una buena huella ecológica y no olvidar la responsabilidad de cuidar y preservar lo poco que tenemos ahora; De ahí, las responsabilidades que tenemos como ser humano (jurídica, moral y social), que dan paso a la Ética 3D, tres dimensiones de la ética direccionadas a lograr la sostenibilidad de nuestro planeta desde la transformación: la auto-ética, socio-ética y antropo-ética con el impulso de la virtud, la justicia y la sostenibilidad social. 

Si logramos desaprender y volver a aprender para transformar, nuestra sociedad si logrará dejar a las futuras generaciones una esperanza que les señalará el camino correcto a vivir sin egoísmo, sin competencia dañina y sin injusticia, al contrario, dejando las bases para una sociedad con carácter, integridad, virtud, justicia, responsabilidad social y sostenibilidad.  


1. Torralba, F. (2012). Ética aplicada al mundo empresarial. (Vídeo)
2. François, V. (s.f.) 'Virtud, Justicia, Sostenibilidad: Una ética en 3D. (Vídeo) 

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